A mis 47 años me puse frenillos por primera vez. Para tomar esta decisión fue muy importante la visión profesional, acuciosa y seria de la Ale. Fue un gran desafío. Su cercanía y claridad me infundieron mucha confianza a lo largo de todo el proceso. Quedé muy contenta con el resultado. Solo tengo palabras de cariño y agradecimiento: ¡MUCHAS GRACIAS ALE!!”.